Nos encontramos en medio de un clima astrológico que nos traslada a sensaciones de ligereza y pesadez , de velocidad y lentitud, de bienvenidas y despedidas, de fluidez e interrupciones,de ilusiones y miedos que salen de nuevo a la superficie. La energía se agita y nos señala que el camino recorrido hasta ahora está tomando otros rumbos, finalizando y/o reestructurando procesos de un ciclo que viene desde muy atrás en nuestras vidas. Esto lo marca el sello que nos acompañará durante el año: La cuadratura de Saturno en Acuario y Urano en Tauro.
Este sello genera una tensión entre energías con tendencias muy dispares, no obstante algo sí tienen en común a día de hoy y es que ambas nos inclinan hacia un cambio inevitable tanto social como individual, ya que Saturno (que busca cumplir con lo establecido) está en Acuario signo de la innovación y revolución y Urano (que busca renovar y reestructurar lo establecido) está en Tauro signo de los recursos materiales y procesos de estabilización.
La clave reside en ir avanzando con paciencia, poniendo límites a nuestros tiempos y energía, respetando el descanso y ejercitando la auto observación de patrones mentales. Evitemos las tendencias catastrofistas que podrían resurgir ahora, dado que la energía libera y polariza miedos. Es clave conectarnos con el presente y la importancia de crear desde lo que vivimos HOY. No sirve de mucho pensar en lo que pasó o en lo que devendrá. Vayamos paso a paso y despleguemos la más grande de las confianza en la inteligencia de la vida.
Hoy inauguramos la temporada Piscis, el estadio zodiacal que nos acerca al contacto del Ser en toda sus dimensiones. Energía pura donde no hay borde, ni límite, ni sensación de separación. Es resonancia pura con todo y todos, amor incondicional y entrega que deberá aprender en este mundo de formas y razón a hacer uso de su gran sensibilidad e inteligencia intuitiva sin rigidizarse o querer escapar.
Como dice Rudolph Steiner (Sol en Piscis): Nadie puede dar a luz a un yo superior sano sino vive o piensa sanamente en el mundo físico, la base de todo desarrollo espiritual es una vida en armonía con las leyes de la naturaleza y la razón.
Seguimos armonizando con los movimientos y ciclos de la vida….
